El material informativo que aparece en esta página web,
es una selección parcial del publicado en el periódico Atabaque
Afíliese a Federación IFÁ Sacerdote afroumbandista: le invitamos a acercarse a nuestra sede o llamar para saber cómo integrarse a la institución socioreligiosa con permanencia, prestigio y legalidad dentro de los cultos afro. La primera con status federativo en obtener personería jurídica en el Uruguay. T. 2008177 |
Libro de Macedo es prohibido en Brasil
Acusado de daño moral y segregación
religiosa - Edir Macedo no puede vender su libro en San Pablo por decisión
judicial. (Tribunal TRF-1)
Todos los ejemplares del libro Orixás, Caboclos y Guias, dioses o demonios, del
obispo Edir Macedo, deberán ser retirados de circulación inmediatamente. La
determinación es del Magistrado de Apelaciones Souza Prudente, del Tribunal
Regional Federal de la 1ª Región, que mantuvo liminarmente la decisión de
primera instancia. La multa diaria en caso de incumplimiento de la orden es de
R$ 50 mil.
La decisión fue tomada con base en los argumentos del Ministerio Público
Federal. Según el informe MPF, la obra de Edir Macedo, líder de la Iglesia
Universal del Reino de Dios, incita a la segregación religiosa y a la
intolerancia contra las religiones afro-brasileras. En dicho libro, argumenta el
Ministerio Público, los seguidores de estas religiones son tenidos como
seguidores del demonio.
Al reafirmar la sentencia liminar, el Magistrado Souza Prudente entendió que
cabe al Estado garantizar a todos o pleno ejercicio de los derechos culturales.
Para él, trechos del libro son agresivos al direcho de creencia, que constituye
un derecho individual fundamental.
Prudente afirmó, además que, “las liberdades públicas no son incondicionales y
la liberdad de expresión específicamente, no se revela en términos absolutos,
como garantía constitucional, mas debe ser ejercida, en los límites del
principio de la proporcionalidad, prohibiendo los excesos nocivos a la
salvaguarda del núcleo esencial de otros derechos fundamentales, como en el caso
en examen”.
Processo 2005.01.00.069605-8 Revista Consultor Jurídico, 7 de dezembro de 2005 -
São Paulo - http://conjur.estadao.com.br/static/text/40077,1
Yemanjá LA MADRE SEVERA Y PROTECTORA
En algunas partes de Brasil es Sra. Santana Patrona de los Pescadores o Nuestra Señora de los Navegantes,
en Cuba la Virgen de Regla, en Haití se la conoce con el nombre de Agwe y es sincretizada con San Ulrico,
aquí en Uruguay es llamada Stella Maris, Vírgen de la Candelaria o simplemente María. Yemanjá en lengua yoruba
significa “madre cuyos hijos son peces”. Los africanos enseñaron al mundo a cultuar el agua que nos da vida.
Orixá mayor del panteón yoruba de
las divinidades africanas, famosa en el mundo por los ceremoniales dedicados a
ella en las aguas naturales, ampliamente divulgadas por la prensa, Yemanja es el
símbolo de la Madre por antonomasia. Representa una porción de la Naturaleza
como todos los orixás y es la encarnación de la fuerza del mar o de las aguas de
la tierra en general. Por su carácter femenino y maternal predominante, se la
describe en las leyendas como portadora de formas opulentas, senos grandes y una
inmensa prole de al menos quince hijos-dioses, los que tuvo con Oxalá el Padre.
Quienes le tienen por santo de cabeza, ángel de la guarda u Orixá protector,
entre otras características se dice que aprecian el lujo y se relacionan
jerárquica y formalmente con las personas; una vez ofendidos o traicionados,
difícilmente perdonan a su detractor. Sin duda, la «Reina de las Aguas» es el
orixa mujer más conocido de los llegados a las américas a través del tráfico de
esclavos desde el África. Su importancia radica en que sin agua no hay vida y su
misterio, es que nació cultuada en un río y no en el mar. Se adueña de los
océanos con la diáspora africana tal cual lo relatan las leyendas.
Obviamente la iconografía religiosa en el continente negro obedecerá al estilo
artístico tribal local, casi siempre en madera, aunque su culto fuera realizado
originalmente en torno a piedras (ocutás) recogidas de su reino acuático y
cautivadoras de su energía o axé.
Yemanja es una tradición en Brasil, Uruguay y Argentina. Las ofrendas en las
fechas de los festejos sincréticos varían según los países y las regiones,
aunque se asemejan en su despliegue que básicamente consiste en la entrega de
presentes al mar, la morada de la diosa, ritual del que participan personas que
inclusive no tienen mucha relación con el candomblè o cualquier otra de las
manifestaciones religiosas afro-brasileras. Además de eso, se atribuye a Yemanja
la respetuosa condición de ser la madre de una gran mayoría de Orixas, según las
leyendas. En el Diccionario de Cultos Afro-Brasileros, Olga Cacciatore hace
referencia a 15 dioses que serian sus descendientes: Dadà, Xango, Ogum, Olokum,
Oloxà, Iansa, Oxum, Obà, Orixiko, Oke, Obaluaie (hermano e hijo adoptivo,
proveniente de otra tribu), Orun {Sol), Oxupà (Luna), Oxòssi y Aje Xalungà. En
el África, Yemanja asociada a los ríos, así como Oxum y Obà, siendo la diosa del
rió Ogum (que nada tiene que ver con el orixa del metal y de la guerra.
El culto a los océanos y a los caudales acuíferos se explica por la importancia que tiene el agua para la vida, y cobrará mayor trascendencia con el paso del tiempo donde este elemento tiende a contaminarse y a escasear debido al mal uso dado al mismo por los seres humanos. Yemanjá se apiade de nosotros. |
Las leyendas africanas, ya la
relacionaban con el mar. En una historia recogida por Pierre Verger:»Yemanja
seria la hija de Olokùm, dios(en Daomè) o diosa (en Ifè) del mar. En una
història de Ifè, ella aparece casada por primera vez con Orumila, Señor de las
adivinanzas, después con Olofìn, rey de Ifè, con el cual tuvo diez hijos Yemanja,
cansada de su permanencia en Ifè, se fue en dirección al oeste. Otrora, Olokum
su padre, le habría dado, por medida de precaución, una botella conteniendo un
preparado como defensa eventual, con la recomendación de quebrarla en el suelo,
sólo en caso de extremo peligro. Y así, Yemanja, se instaló en el atardecer de
la Tierra, el oeste, Olofìn Odudua rey de Ifè, lanzo su ejército en procura de
su mujer. Rodeada Yemanja en vez de dejarse apresar y ser conducida de vuelta a
Ifè, quebró la garrafa, según las instrucciones recibidas. Un río se formo en
ese momento, llevándola para Okum, el océano, lugar de residencia de Olokum, su
padre. El acto de ser la madre de buena parte de los Orixas (según los mitos),
tener en todas las representaciones senos grandes, asocia a Yemanja, así como
Oxum, a la gestación y a la procreación, aunque a la grande, a la primera, le
son confiados los niños luego de que comienzan a hablar y a caminar o sea en la
fase de su educación y aprendizaje, mientras que Oxum los cuida en el vientre,
mientras maman y no caminan. En Brasil sin embargo, hubo una separación bastante
clara sobre el elemento que corresponde a cada una de ellas. Como el culto a Obà
es bastante reducido por aquí, Oxum pasó a englobar prácticamente cualquier
relación con el agua dulce, mientras que Yemanja es ligada al agua de mar. De
cualquier manera, la ligación entre Oxum y Yemanja permanece fuerte, pues, en
Bahía, las fiestas para ambas son simultáneas: así en el día de Oxum (sincretizada
con Nuestra Señora de la Inmaculada Concepción, cuya fiesta acontece el 8 de
diciembre), Yemanja también es homenajeada, mientras que en el día de esta
ultima, 2 de febrcro (sincretizada con Nuestra Señora de las Candelas), Oxum
recibe presentes. Otra semejanza que acerca Yemanja a Oxum, esta en el arquetipo
psicológico establecido para los hijos de la primera. Así como los hijos de la
diosa de la riqueza, los de yemanja aprecian el lujo, las joyas caras y los
tejidos vistosos. Gustan de vivir en un ambiente confortable aunque sean pobres,
Se puede notar una cierta sofisticación en sus casas, si se comparan con el
resto de la comunidad en que habitan. No poseen sin embargo, la misma vanidad
coqueta de Oxum, son más responsables y decididos que los hijos del Orixa del
agua dulce. Mientras los hijos de Oxum, son diplomáticos y sinuosos, los de
Yemanja se muestran más directos. La fuerza y la determinación forman parte de
sus características básicas, así como el sentido de la amistad, siempre rodeada
de algún formalismo. A pesar del gusto por el lujo, no son personas demasiado
ambiciosas ni obsesionadas por su carrera. Se detienen mas en lo cotidiano, sin
hacer planes para actividades a largo plazo. Mas todo eso revela una figura
afable, dulce, aunque un poco rígida, con una relación maternal para con todos
los que la rodean.
A veces se inmiscuyen para bien en la vida de los que están a su alrededor,
intentando como buena matriarca, influenciar el destino de los que están «bajo
su responsabilidad».
Por la importancia que da la rectitud y la jerarquía, Yemanja, no tolera la
mentira y la traición. Por eso, sus hijos demoran en confiar en alguien, cuando
finalmente aceptan a esa persona en su verdadero círculo de amigos, no olvidan
una ofensa o una traición. Físicamente, existe cierta tendencia a tener figura
«redondeada». Una mirada calma (a pesar de una predisposición a súbitas
irritaciones) también forma parte de esas características. En las mujeres, es
posible que los senos sean grandes o precozmente caídos. Los símbolos de Yemanja
en las ceremonias, son el abebè (abanico) redondo de metal plateado, con la
figura de una sirena o de un pez. Su axè es una piedra blanca, venida del fondo
del mar, la cual es guardada en una porcelana azul, rodeada de conchas y otros
elementos del mar. El templo principal de Yemanjá orixá originario de los Egbás,
está en Ibará, barrio de la ciudad de Abeokutá en Africa-Nigeria. El creyente de
esta divinidad buscará, todos los años, la sagrada agua para tomar Axés, y bañar
los apoyos de poder de la diosa, en un afluente del río Ogun llamado Lakaxá.
Esta agua, reunida en distintos recipientes, se trae en procesión para el
templo.
La danza de Yemanjá es una reproducción del movimiento de las ondas del mar y su
número místico es el ocho, así como el sábado el día generalmente atribuido. El
saludo es Omio Odoiá y su nombre significa”madre cuyos hijos son los peces”. Las
fechas varían; aunque la más popularizada es el dos de febrero, en Río de
Janeiro y otras ciudades se le ofrenda el 31 de diciembre, así como el 8 de
diciembre por la Virgen de la Concepción y el 15 de agosto por Santa María en el
Brasil al norte. El común denominador el la veneración generalizada y el evento
que crece en despliegue y número de participantes año a año.
Preguntas frecuentes sobre el dos de febrero
¿Cuándo, dónde y porqué surge el
culto a Iemanjá y cuál es la historia de esta celebración?
Iemanjá llegó a América con los esclavos provenientes de Nigeria, donde a
orillas del Río Ugún se encuentra actualmente su altar sagrado. El culto a
Iemanjá se aposentó en la zona de las Antillas, uno de los grandes centros del
tráfico de seres humanos practicado por los europeos y desde allí se extendió a
otras zonas, entre ellas el Río de la Plata. Adorada aquí como todos los otros
Orixás, Iemanjá, diosa de las aguas, fue reverenciada en las orillas de los
mares, los ríos, los arroyos y las lagunas, con pedidos y oraciones por los
africanos que sufrían cautiverio en estas tierras. Dueña de la maternidad, la
fecundidad, la procreación, la fertilidad y el amor, fue representada como una
mujer gruesa, de prominentes senos y gran vientre y también como un ser
mitológico en forma de sirena, o como sucedió en algunas zonas del sur de
América, como una deidad pagana de esculturales formas. En todos los casos, no
obstante, la característica dominante de las representaciones de Iemanjá estuvo
y está siempre vinculada al simbolismo de la maternidad, que también tiene
presencia dominante y esencial en la estatua que se instaló frente a la Playa
Ramírez en Montevideo. El culto original entonces es africano y proviene de la
veneración a las aguas -símbolo de la vida- realizada por los egbás nación
yoruba establecida entre Ifé e Ibadán, donde existe todavía el río Yemanjá. Las
guerras los hicieron emigrar al oeste para Abeokutá al inicio del siglo XIX,
transportando consigo los objetos sagrados -soportes del ashé de la divinidad- y
el río Ogùn que cruza esa región así como sus afluentes, se volvió a partir de
entonces la nueva morada de Yemanjá. Su nombre deriva de Yèyé omo ejá (madre
cuyos hijos son peces). Debido a sus características y a ser invocada por los
pescadores para abundancia en la pesca y protección, se la asoció por estos
lares (sincretismo) con la Virgen de la Candelaria cuyo festejo es el dos de
febrero, celebración que se hacía en el este frente al mar y de donde se copió
la idea en los años sesenta. Fiesta que popularizó la religión Umbanda
interrumpida en la dictadura, que luego se retomó y crece año a año con vigor
inusitado, formando parte del calendario turístico que atrae público del mundo
entero a nuestras costas. Los ritos de Candomblé, Batuque, Umbanda y aún de
Kimbanda, se unen para homenajear cada uno a su manera, a la llamada
cotidianamente “virgen del mar”.
¿Desde cuando se practica en
nuestro país?
Desde los años sesenta tímidamente, creciendo hasta ser hoy día una convocatoria
masiva, semejante a la noche de las luces, o los festejos tradicionales de
carnaval o llamadas. El antropólogo Renzo Pi Hugarte hace unos años dijo que es
la convocatoria espontánea de público más grande que tiene nuestro país.
Hoy la celebración del 2 de Febrero
posiblemente sea la fiesta religiosa que mas público convoca ¿Cuántas cosas
pasaron para que hoy vivamos este presente?
Pasamos muchos sinsabores hasta llegar a una casi aceptación hoy día. Decimos
casi porque los prejuicios subsisten. No olvidar que hasta hace pocos años
éramos registrados en Jefatura como si fuéramos delincuentes por tener templos
umbandistas. Inevitablemente nos emparentan con lo ilegal o marginal, debe ser
porque nuestras creencias provienen de la espiritualidad afroindígena, grupos
humanos sojuzgados y esclavizados desde la época de las colonias. Nuestra
sociedad se formó aceptando como “normal” lo foráneo que nos impusieron los
dominadores europeos. Es bien visto ser católico o cristiano y es sospechoso
creer en divinidades africanas o provenientes de los indígenas. Desde la década
de los años cuarenta que ingresó la religión por la frontera con Brasil no hemos
parado de crecer. Muy salvajemente, muy espontáneamente, pero siempre aumentando
el caudal. Ni la dictadura frenó la expansión de la Umbanda en Uruguay. La lucha
continua hoy nos encuentra en plena etapa de institucionalización, trazando un
nuevo mapa en el panorama de la verdad espiritualista regional. El
afroumbandismo vive su momento de esplendor. Cada vez es mayor el flujo de
fieles los dos de febrero, y cada uno de nosotros produce un efecto
multiplicador infinito, pues somos indiscutidamente la religión del nuevo
milenio. Las playas desbordantes de público en la fiesta del mar hoy día -se
calculan 500.000 personas- son prueba incontestable de la búsqueda de las raíces
espirituales de pueblos que añoran una expresión vernácula de lo trascendente.
La religiosidad de los postergados sociales despierta y tiene eco nacional. La
gente busca una fe viva en la que pueda vibrar: eso es Umbanda.
¿Hay real conciencia en la gente
que concurre, de que se celebra este día?
Tal vez no en todos pero sí en la mayoría. Aún aquellos que van por el efecto
masificador festivo simplemente, no dejan de respirar el clima místico de la
jornada, donde nadie desconoce que la convocatoria es espiritual y africana. Si
ya no lo son, los asistentes a la fiesta del mar son potenciales fieles.
¿Se puede decir que Iemanjá sea una
entidad exclusivamente afro americana o en otros sitios del mundo también se le
venera?
En algunas partes de Brasil es Sra. Santana Patrona de los Pescadores o Nuestra
Señora de los Navegantes, en Cuba la Virgen de Regla, en Haití se la conoce con
el nombre de Agwe y es sincretizada con San Ulrico, aquí en Uruguay es llamada
Stella Maris, Vírgen de la Candelaria o simplemente María. Yemanjá en lengua
yoruba significa “madre cuyos hijos son peces”. Los africanos enseñaron al mundo
a cultuar el agua que nos da vida.
Generalidades y ofrendas sencillas
Iemanjá es el orixá femenino más
importante de todos los que integran el santoral religioso africano.
Identificada con el agua, ocupa un lugar preferente en el panteón yoruba porque
se le considera la matriz generadora de casi todos los orixás, siendo por tanto
símbolo de la maternidad y la procreación. Según la religión yoruba, Iemanjá ha
dado nacimiento a buena parte de los dioses que encarnan fuerzas de la
naturaleza y están asociados a múltiples actividades desempeñadas por el ser
humano en la sociedad.
Para celebrar las honras públicas a Iemanjá, los umbandistas bajan el 2 de
febrero a las playas y a veces el 1º de noche, ataviados con ropas rituales y
largos collares (guías) de cuentas multicolores. Llevan flores, frutas, comidas
especiales, velas, enseres de tocador, bijouterie, monedas, telas, vestidos y
hasta joyas verdaderas para ofrendar a la reina del mar. Se agrupan en la arena
junto a sus jefes espirituales (los pai de los diferentes terreiros), quienes
presiden la ceremonia. Barquitos especialmente construidos y adornados para las
fiestas son lanzados aguas adentro, cargados de presentes. Hay tambores, maracas
y campanillas y se entonan cantos de alabanza y agradecimiento. Se encienden
cientos de velas y la costa adquiere esa noche un aspecto mágico. Del rito toman
parte mujeres y hombres, niños y ancianos. Mujeres jóvenes personifican a
Iemanjá luciendo vestidos celestes y blancos, colores que identifican a la
diosa. Algunas danzan y cantan sobre la arena y se embarcan en chalanas con
claveles que arrojan en el río. Mientras muchos entran al agua para entregar sus
ofrendas, en la playa se realizan danzas, giran interminablemente de ojos
cerrados, describiendo círculos cada vez más amplios. El umbandismo ha crecido
notoriamente en los últimos años, como ha crecido el número de pai y de
terreiros que profesan este culto de origen africano, y la convocatoria a las
aguas cada vez es más populosa y multitudinaria. Las celebraciones a la Madre de
las aguas son para creyentes y no creyentes, un espectáculo lleno de música y
colorido. Para pedir ayuda a Yemanja o agradecer un pedido, los umbandistas
deben ajustarse a procedimientos y normas que tienen una larga tradición. Por
ejemplo, para conseguir sus favores (atraer suerte y felicidad) procedemos así.
Lugar: orilla del agua Horario: después de las 18 horas Día: viernes o sábado.
Material necesario:1 balde grande, 8 monedas plateadas, 8 claveles, 1 vaso de
miel, 1 frasco de perfume, 8 velas celestes. Forma de realizar: En un balde
grande colocar agua de la orilla del río, la cantidad necesaria como para lavar
los pisos de la casa, agregar 1 cucharada de miel, perfume y proceder a lavar
los pisos y marcos de la puerta y ventanas. El agua que se juntó llevarla
nuevamente a la playa y devolvérsela a Iemanjá. Hacer los pedidos y llevarle de
regalo las flores, las monedas, los claveles, lo que sobró del perfume y la miel
pedir por la suerte de la casa y de los que allí viven. Retirarse dando 4 pasos
hacia atrás y volverse sin mirar el río. También gusta de la mazamorra blanca
endulzada con miel (canjica) con coco rallado y merengues que recibe en la
orilla de la playa de agua dulce o salada. Se le entregan los jabones con los
pedidos escritos en los mismos, las tortas con sus colores, las sandías, la
sidra o el champagne, las flores blancas o de colores claros, las cartas con los
pedidos, etc.
Más preguntas y respuestas sobre Yemanjá
¿Hay muchas Yemanjá o es una
sola? ¿Porqué distintos nombres?
Jorge Amado, poeta y cantautor brasileño que como tantos, sucumbió al
embrujo de la imponente belleza de Yemanjá, figura mitológica africana que
representa la inmensidad del mar, la bautizó como la divinidad de los cinco
nombres. Tal vez eso inspiró la pregunta que contestamos con palabras del propio
artista bahiano: “Iemanjá, ..tiene cinco nombres, cinco nombres dulces que todo
el mundo conoce. Se llama Iemanjá, siempre se llamó así y ese es su verdadero
nombre, de dueña de las aguas, de señora de los océanos. Pero a los canoeros les
gusta llamarla Janaína, y los negros, que son sus hijos predilectos, que danzan
para ella y la temen más que todos, la llaman Inaé devotamente o, en sus
súplicas, la Princesa de Aiocá, reina de esas tierras misteriosas que se
esconden en la línea azul que las separa de las otras tierras. Y las mujeres del
muelle, que son simples y valerosas, Rosa Palmeirón, las mujeres de la vida, las
casadas, las muchachas que esperan novio, le dicen Señora María, por que María
es un lindo nombre, el más lindo de todos, el más venerado y se lo dan a Iemanjá
como un regalo, como si le regalaran una caja de jabones a su piedra del Dique.
Ella es una sirena, es la madre del agua, la dueña del mar, Iemanjá, Janaina, la
Señora María, Inae, la Princesa de Aiocá. Ella domina los mares, ella adora la
luna, que viene a ver en las noches sin nubes, ella gusta de las músicas de los
negros.” (Jorge Amado - Mar Muerto.)
En la mitología religiosa y siguiendo a Pierre Verger tenemos que hay siete
diferenciaciones o formas de presentación del mismo Orixá, que responden en
general a diversas características o respuestas frente a la vida, siempre en
consonancia con su arquetipo o personalidad. Yemoja en África, Iemanjá o Yemanjá
en Brasil, nombre que deriva de Yèyé omo ejá (madre cuyos hijos son peces) es el
orixá de la nación Egbá, yorubas establecidos entre Ifé e Ibadán, donde existe
todavía el río Yemanjá. Las guerras los hicieron emigrar al oeste para Abeokuta
al inicio del siglo XIX, transportando consigo los objetos sagrados –soportes
del ashé de la divinidad- y el río Ogùn que cruza esa región así como sus
afluentes, se volvió a partir de entonces la nueva morada de Yemanjá. En Bahía
se dice que las siete son: Iemowô, Iamassê, Euá o Yegua, Olossá, Ogunté, Assabá
y Assessu. En Cuba dice Lydia Cabrera “una sola Yemanjá existe la que llega por
siete caminos” y su nombre refiere al lugar donde ella se encuentra. Ellas son:
1)Yemaya Awoyó, la más vieja de todas. Es la que usa los trajes más ricos y se
protege con siete enaguas para hacer la guerra y proteger a sus hijos. Ella vive
distante en el mar y reposa en la laguna, come carnero y cuando sale de paseo,
usa las joyas de Olókum y se corona con Oxumaré el arcoiris. 2)Yemaya Ogunte, es
azul clara y vive en los arrecifes próximos a la playa. Es la guardiana de
Olokum. Bajo este nombre ella es la mujer de Ogum. Es una amazona terrible y de
su cintura cuelgan el cuchillo y otros instrumentos de hierro. Es severa,
rencorosa y violenta. Detesta el pato y adora el carnero. 3)Yemaya Maylewo o
Maleleo, vive en el bosque en un lago, o en una fuente inagotable gracias a su
presencia. Como Oxum, ella tiene relación con las hechiceras. Tímida y
reservada, se incomoda cuando se toca el rostro de su iaô y se retira de la
fiesta. 4)Yemaya Asaba, cuya mirada es insostenible. Es muy altiva y escucha
apenas mirando de costado, o inclinándose ligeramente de perfil; es peligrosa y
voluntariosa. Ella fue la mujer de Orunmilá que escuchó sus opiniones con
respeto, a pesar de haber utilizado los instrumentos de adivinación cuando él
estuvo ausente. Orunmilá la expulsó momentáneamente.5)Yemaya Konla o Akura, vive
en la espuma de la resaca del mar, envuelta en una vestimenta de algas y lodo.
6)Yemaya Apará, vive en el agua dulce en la confluencia de dos ríos, donde se
encuentra con su hermana Oxum. Ella danza alegremente y con buenos modos; cuida
de los enfermos y prepara remedios. 7)Yemaya Asesu, mensajera de Olokum. Vive en
el agua agitada y sucia. Es muy seria y come pato, y es también muy lenta para
atender los pedidos de los fieles. Ella se olvida de lo que se le pide, y se
pone a contar meticulosamente las plumas del pato que le fue sacrificado. Si se
entrevera en sus cálculos, recomienza esa operación que se prolonga
indefinidamente.
Así como el mar, según el lugar en que lo observemos es agitado, calmo o
revoltoso, tenemos tres clases de Iemanja, que son la misma esencia en
diferentes pasajes de la vida: niña, mujer o anciana. Nana Borocum, Buruké o
Burukum: es el barro original, la unión de la tierra y el agua, representada con
una mujer anciana, sabia, pero rezongona y algo testaruda. Bomi: es la fuerza en
la cresta de la ola. Se la representa como una mujer joven, con todo el
potencial de la juventud, capaz de escuchar y aconsejar, pero tambien fácil de
montar en cólera si sus recomendaciones no son obedecidas, es la madre dulce
pero recta y firme. Mientras que Iemanja Boci: es la ola que llega a la playa,
juguetona, es la niña. A todas se le saluda con gritos de ¡Odó Iyá! (Madre del
río) y a Naná con ¡Salubá! U ¡Odóciaba! Los epítetos a manera de saludo
dedicados a Yemanjá hacen referencia a sus características físicas y morales;
“Nuestra madre de senos llorosos” “Reina de las aguas que viene de la casa de
Olokum” “Insatisfecha, derriba los puentes” “Ella usa, en el mercado, un vestido
de perlas” “Reina que vive en las profundidades de las aguas.”
¿Porqué
las leyendas a veces se contradicen?
Justamente porque lo son. Los seres humanos las crearon y a su vez las
trasmitieron casi siempre y por siglos, en forma oral, lo que dificulta más las
cosas. Además la visión cosmogónica de cada pueblo o nación, interpretó la
realidad de acuerdo a su idiosincrasia tribal, de ahí las diferenciaciones. Por
ejemplo; Según una leyenda de los yorubas nigerianos, recogida por estudios de
Nina Rodrigues, Obatalá (el Cielo) y Odudua (la Tierra) se unieron y de ellos
surgieron Aganju, una entidad que vivía en las rocas, y Yemanjá, la diosa de las
aguas. De la unión de Aganju y Yemanjá nació Oruga u Orungán, el dios mediador
entre el Cielo y la Tierra. En ausencia de Aganju, Orugá rapto e intentó violar
a su propia madre, Yemanjá, Esta huyó y, en plena desesperación, cayo muerta al
suelo. De sus enormes senos empezaron a brotar dos fuentes de agua que, juntas,
formaron un gran lago. De su vientre, que creció hasta alcanzar proporciones
desmesuradas, nacieron los orixás, los demás dioses del panteón africano: Dadá
(diosa de los vegetales), Xangó (dios del Trueno), Ogum (dios del hierro y de la
guerra), Ojá y Oxum (diosas del río Niger), Okó (dios de a agricultura), Oké
(dios de las montañas), Orum (el Sol), Oxu (la Luna), etcétera.
Otra leyenda cuenta que en cierta ocasión, Yemanjá consultó a un adivino que le
echó los bucios o caracolas. El brujo le dijo que no debía dejar a su hijo más
joven, Ode, ir a las cacerías en la selva junto a su hermano mayor, Ogum, porque
corría el riesgo de perderse. Odé no obedeció y, tal como predijo el adivino, se
extravío en la jungla. Ahí lo acogió Ossanha, el «dueño de las hojas de las
plantas». Lo vistió con plumas, le regaló un arco y flechas y le enseñó a
dispararlas. Cuando Ogum logró encontrar a su hermano, éste ya era adulto y
estaba apegado a Ossanha y su entorno, por lo que no quiso volver a su antiguo
hogar. Su hermano tuvo que obligarle pero, una vez allí, se convirtió en uno de
los mejores cazadores de las sierras, mientras que Ogum fue un hábil manipulador
de la lanza y de la espada. Otras historias similares hablan de un Osaña
femenino y de un idilio entre éste y Odé.
¿Porqué la fecha del dos de
febrero en nuestro país?
Por el sincretismo con la Virgen de la Candelaria, festejo católico que se hacía
en el este y de donde se tomó la idea en los años sesenta. Fiesta popular de la
religión Umbanda interrumpida en la dictadura que luego se retomó y crece año a
año con vigor inusitado, formando parte del calendario turístico que atrae
público del mundo entero a nuestras costas. Los ritos de Candomblé, Batuque,
Umbanda y aún de Kimbanda, se unen para homenajear cada uno a su manera a la
llamada cotidianamente virgen del mar.
¿Porqué las diferencias entre
las imágenes de Yemanjá?
Porque cada lugar geográfico y sus habitantes que le cultuaron, la vieron
bajo su propia realidad. Es así que existe la más popular latinizada, asociada a
un tipo más indígena tal vez, blanca o casi - resultado de la asimilación o
acercamiento al sincretismo con las vírgenes católicas- y con cabellos lacios,
como así las más africanas que guardan rasgos propios de los pueblos tribales
del continente negro. Si fuésemos al purismo, todas las representaciones de
orixás deberían ser imágenes negras por ser un culto surgido en el África. Si
vamos a la esencia, los inicios del rito no tuvieron iconografía propiamente
dicha, pues la energía o sustancia del orixá residía en piedras recogidas de los
lugares naturales morada de los dioses. Hasta el día de hoy es así. Solo que la
prohibición ritual de exhibir dichas piedras (ocutás) ante ojos profanos,
impedía la tradicional y occidental necesidad de estructuración de altares de
adoración a la vista del público. Eso sumado a la costumbre forzada por el
esclavismo, de ocultamiento imprescindible de los verdaderos objetos de
adoración, disimulados detrás o debajo de imágenes católico cristianas,
desembocó en la lógica creación de estatuas, figuras o íconos que representan
divinidades iorubanas. Hoy existe en Brasil una corriente que propone la libre
exposición de las piedras sagradas en los altares o pejís de veneración
africanista de orixas. Si los esclavos fueron libres que lo sean en plenitud,
dicen sus impulsores. Y si adoran piedras pues que las muestren con orgullo.
Otros propugnan continuar con el carácter más reservado del culto apelando a la
delicadeza de lo sagrado, que no debe ser mancillada por la incomprensión del no
creyente. Ahí se hace necesario algo para mostrar y se vuelven útiles, como en
la esclavitud, las mencionadas imágenes. Los ocutás y diversos receptáculos de
energía o axé de las entidades astrales, permanecen ocultos tras cortinados o en
armarios dedicados a ese efecto, casi siempre detrás de las estatuas que
engalanan el pejí, congal o altar. En dicho lugar de adoración, algunos
sacerdotes hoy día rompiendo la costumbre antigua y queriendo ser más fieles a
las tradiciones africanistas, exhiben imágenes típicas del arte afro solamente y
otros, más proclives a la democrática Umbanda que amalgamó sincréticamente las
creencias de las tres razas convergentes en las conquistas europeas en América,
muestran indios caboclos junto a dulces vírgenes inmaculadas, imágenes de
esclavos viejos detentores de sabidurías milenarias -los Pretos Velhos-
compartiendo luz de velas con guerreros blancos como San Jorge, junto al Ogum su
similar africano y a las mujeres aborígenes Xuremas, verdaderas dueñas de este
suelo bautizado a la fuerza americano. Nunca falta por allí –tal vez en otro
altar incluso fuera del recinto principal en ocasiones- el elemento rojo sangre
y el negro ausencia de color, ambos significando la vida y la tierra que poseen
las figuras de Exu y Pombagira su par femenino, Orixá dinamizador y portador de
la energía del movimiento vital que acompaña los ciclos naturales del ser. En
conclusión el sincretismo en Umbanda es esencia, en el africanismo fue necesidad
y hoy es imprescindible testimonio. Algunos quieren dejarlo fuera sin darse
cuenta que la memoria es vital para no repetir errores. La presencia de una
virgen católica de la Concepción y sus angelitos, junto a una Orixá Oxum tetona
de vientre preñado, renegrida y con motas hecha en madera en los altares
afroumbandistas, traerá por siempre a la memoria la barbarie de la esclavitud y
el sojuzgamiento de los pueblos originarios que nunca debió ocurrir y que
tenemos la humana obligación de prevenir.
Volviendo al tema local, el monumento a Yemanjá que poseemos en Montevideo playa
Ramírez desde 1994, obedece a la visión de sus propulsores y creadores basados
en rasgos típicos de Orixá.
Fundamentalmente sus cualidades de madre procreadora: caderas anchas y senos
voluminosos referidos a la maternidad y la fecundidad. De brazos abiertos
indicando que recibe a todos sus hijos por igual. Ostra y estrella de mar
representando la fuerza del agua, símbolo de la vida. En la mano lleva espejo y
dos hipocampos representando la fidelidad y enmarcando el espejo que resalta su
carácter femenino y coqueto. En realidad la Yemanjá venida del África tenía un
abanico en su mano (abebé) redondo y de metal con una o dos sirenas adornando
dicho objeto, símbolizando la redondez del útero materno. Ramírez resulta el
lugar más concurrido por ser la playa más cercana al centro ubicada en una
barriada además muy llena de público y donde se ubican varios centros turísticos
importantes. Hoy día es un lugar emblemático para los afroumbandistas.
Celebración en Playa Ramírez. En
los 80 poquitos y ahora cientos de miles.
Las tradiciones culturales africanas ingresan al país alrededor de los años 40.
La desinformación de las leyes vigentes en cuanto a derechos y deberes hizo que
los religiosos de aquella época escondieran su culto en una habitación de su
propia casa, y solamente participaban de estas ceremonias los más allegados. Así
transcurren los años 50 y 60, donde, en esta última década, comienzan a
funcionar como templos con diversos nombres: terreiros, casas de religión, etc.
Los 60 marcaron movimientos al final de la década de unificación reuniéndose
para intentar formar organizaciones más o menos ordenadas dentro de la propia
grey. Allí se ubican las primeras incursiones del culto a cielo abierto en las
playas. Las inevitables luchas internas por lograr la hegemonía, propias de toda
manifestación humana, no impidieron sin embargo, la expansión del culto que
sintió la presión de los años pre y post golpe de Estado. Llegan los años 70 y
el crecimiento es continuo e ininterrumpido incluso durante la propia dictadura
militar en Uruguay, aunque latente. La falta de difusión, de comprensión y de
expansión de la doctrina afroumbandista llevó a la misma persecución, siendo
tratados a nivel marginal igual que delincuentes. Tal es así que debíamos
registrar la existencia de nuestros templos en Jefatura en la división Orden
Público. Ilegalidad que comienza en el período castrense y se prolonga en
democracia hasta el 2001 cuando la Umbanda organizada logra que sean dejados sin
efecto. Al contrario de lo que podría pensarse, la presión del régimen que todo
lo cuestionaba, vio crecer la fe afroreligiosa en lugar de resultar menguada.
Llegan los 80 y comienza una mayor expansión de la doctrina y el credo,
coincidente con la nueva apertura democrática del país. Ya no importa si estaba
prohibido ir a la playa, ya no importa si estaban prohibidas las reuniones, ya
no importa si nos llevaban detenidos de los templos o por hacer una ofrenda.
Nace un espíritu de lucha para mostrar la realidad, difundir la tradición, hacer
conocer la cultura y dar a luz el fundamento religioso que recibimos de épocas
milenarias, que persiste hasta hoy y se acrecienta, proyectándose con vigor
renovado hacia futuro. No desconocemos que aún falta vencer prejuicios que no se
acompasan con los tiempos ni con los Derechos Humanos. Las barreras sociales
discriminadoras, permanecen arraigadas en las cabezas de los clasistas de
turno,.que reputan “ilegal” casi todo aquello que desconocen como mecanismo de
defensa, siendo a veces más duras de derribar que una normativa injusta o
desajustada de la realidad. Es el caso de la policía cuando golpea en un templo
en medio del ritual, por denuncias de ruidos molestos de un vecino, reclamando
los ya inexistentes y desgraciados “permisos de jefatura”, que los jefes pais o
mães, colgaban a manera de cuadro en las paredes de los terreiros. Ya no pasan
sin embargo, a pedir coima los milicos de las seccionales o los mismos de
jefatura que “regulaban” el funcionamiento de los templos de Umbanda en Orden
Público. Aquellos que usaban el “Registro de Templos” a manera de cartera de
clientes para pasar a rebuscarse. Pero el temor persiste. La gente “de religión”
(ni el nombre podíamos decir tranquilos y hablábamos por códigos) es desconfiada
hasta hoy porque nació a la ciudadanía bajo el miedo.
La lucha continúa y llega la década de os 90, surge una etapa de instituciona-lización,
trazando un nuevo mapa en el panorama de la verdad espiritualista. El
afroumbandismo vive su época de esplendor. Cada vez es mayor el flujo de fieles
a las playas los dos de febrero, y cada uno de nosotros produce un efecto
multiplicador infinito en la sociedad, pues somos indiscutidamente la religión
del nuevo milenio. Las playas desbordantes de público en la fiesta del mar hoy
día -se calculan 500.000 personas- son prueba incontestable de la búsqueda de
las raíces espirituales de pueblos que añoran una explicación vernácula de lo
trascendente.
La espiritualidad de los relegados sociales despierta y tiene eco nacional. La
gente busca una fe viva en la que pueda vibrar: eso es Umbanda.
Iemanjá llegó a América con los esclavos provenientes de Nigeria, donde a
orillas del Río Ogún se encuentra actualmente su altar sagrado. El culto a
Iemanjá se aposentó en la zona de las Antillas, uno de los grandes centros del
tráfico de seres humanos practicado por los europeos y desde allí se extendió a
otras zonas, entre ellas el Río de la Plata. Adorada aquí como todos los otros
Orixás, Iemanjá, diosa de las aguas, fue reverenciada en las orillas de los
mares, los rios, los arroyos y las lagunas, con pedidos y oraciones por los
africanos que sufrían cautiverio en estas tierras. Dueña de la maternidad, la
fecundidad, la procreación, la fertilidad y el amor, fue representada como una
mujer gruesa, de prominentes senos y gran vientre y también como un ser
mitológico en forma de sirena, o como sucedió en algunas zonas del sur de
América, como una deidad pagana de esculturales formas. En todos los casos, no
obstante, la característica dominante de las representaciones de Iemanjá estuvo
y está siempre vinculada al simbolismo de la maternidad, que también tiene
presencia dominante y esencial en la estatua que se instaló frente a la Playa
Ramírez. Este monumento, orgullo para Uruguay, muestra a Iemanjá con los brazos
abiertos en el típico gesto y la cariñosa actitud con que toda madre recibe a
sus hijos. Así la imagen de la orixá subraya en el bronce la naturaleza y el
significado maternal de la orixá, considerada matriz y origen de la vida, y
fuente de la fecundidad por las religiones tradicionales de Africa.
Me disculpo por lo extenso de esta exposición. Atribuyo estos prolíficos
conceptos a la diosa adorada orixá de los océanos. Yemanjá fluye como fuente
inagotable o nos sumerge deliciosamente en la profundidad de su belleza
infinita, haciéndonos bucear en su insondable universo, permitiendo cada dos de
febrero a fieles y profanos, disfrutar de sus maravillosos misterios. ¡Salve
Gran Madre de las Aguas! Nunca nos faltes.
Acciones de Atabaque relacionadas al dos de febrero de 2006
SOLICITUD DE DECLARACIÓN DE INTERÉS CULTURAL, TURÍSTICO Y MUNICIPAL
Sr.Intendente de Montevideo Estimado Dr. Ricardo Ehrlich
Dada la convocatoria masiva de
público que ha adquirido, mantiene y acrecienta año a año el festejo de origen
afroumbandista que ha devenido en celebración popular, acercando cada vez más a
viajeros de todo el mundo expresamente llegados para ver y registrar el
multitudinario evento, siendo la fiesta del mar objeto de filmes, notas de
prensa destacadas, obras musicales, literarias, y diversas expresiones
culturales, habiendo adquirido carácter de festejo tradicional uruguayo dentro
del calendario local, solicitamos sea declarado de Interés Municipal el Día de
Yemanjá 2 de febrero de 2006 por la Intendencia de Montevideo.
Mencionamos además el antecedente que consta en Resolución Nº 298/01 de vuestra
Secretaria General con fecha de aprobación 22/01/2001 y similar enunciación
emanada en el 2000 donde dicho festejo fuera declarado de Interés Turístico por
el Ministerio de Turismo y de Interés Cultural por el Ministerio de Cultura. Sin
otro particular le saludamos atentamente.
Ministro de Educación y Cultura Ing. Quim. Jorge Brovetto
Dada la convocatoria masiva de público que ha adquirido, mantiene y acrecienta año a año el festejo de origen afroumbandista que ha devenido en celebración popular, acercando cada vez más a viajeros de todo el mundo expresamente llegados para ver y registrar el multitudinario evento, siendo la fiesta del mar objeto de filmes, notas de prensa destacadas, obras musicales, literarias, y diversas expresiones culturales, habiendo adquirido carácter de festejo tradicional uruguayo dentro del calendario local, solicitamos sea declarado de Interés Cultural el Día de Yemanjá 2 de febrero de 2006 por el Ministerio de Educación y Cultura del Uruguay. Mencionamos además el antecedente que consta en Resolución Nº 298/01 de Secretaria General de la IMM con fecha de aprobación 22/01/2001 y similar enunciación emanada en el 2000 donde dicho festejo fuera declarado de Interés Turístico por el Ministerio de Turismo y de Interés Cultural por el Ministerio que usted administra (MEC). Sin otro particular le saludamos atentamente.
Ministro de Turismo Dr. Héctor Lescano
Dada la convocatoria masiva de
público que ha adquirido, mantiene y acrecienta año a año el festejo de origen
afroumbandista que ha devenido en celebración popular, acercando cada vez más a
viajeros de todo el mundo expresamente llegados para ver y registrar el
multitudinario evento, siendo la fiesta del mar objeto de filmes, notas de
prensa destacadas, obras musicales, literarias, y diversas expresiones
culturales, habiendo adquirido carácter de festejo tradicional uruguayo dentro
del calendario local, solicitamos sea declarado de Interés Turístico el Día de
Yemanjá 2 de febrero de 2006 por el Ministerio de Turismo del Uruguay.
Mencionamos además el antecedente que consta en Resolución Nº 298/01 de
Secretaria General de la IMM con fecha de aprobación 22/01/2001donde dicho
festejo fuera declarado de Interés Municipal, así como en el año 2000, de
Interés Cultural por el MEC y de Interés Turístico por el Ministerio que usted
administra hoy día. Sin otro particular le saludamos atentamente.
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PEDIDO DE VIGILANCIA EFECTUADO A SECCIONAL 5º
Montevideo 16 de enero de 2006
Sr. SubComisario Luis Ducret
Personal policial Seccional 5º
Venimos a ustedes por este medio a
solicitar formalmente vigilancia policial preventiva, -desde antes del dos de
febrero y hasta ese día inclusive- sobre el monumento a Yemanjá ubicado frente a
playa Ramírez (Plazoleta Jackson) y en sus adyacencias. Haremos extensivo este
pedido a quien competa vigilar sobre la calle Fernández Crespo desde Colonia
(Caja de Jubilaciones) hasta Cerro Largo, donde se nuclean varias santerías,
incluso la que fue agredida en el 2005 en vísperas de la fiesta del mar.
El motivo de este pedido se genera en el temor de que agresiones sobre las cosas
(o eventualmente las personas) se den o se repitan, tal como sucedió años
anteriores antes de los inminentes festejos afroumbandistas en las playas,
cuando intolerantes pintaron leyendas ofensivas sobre el monumento a nuestro
Orixá y los frentes de algunos comercios afines, siendo radicada la denuncia en
la seccional 5º, concurriendo Policía Técnica que comprobó los ultrajes.
En todo el país existen comercios de venta de productos para uso de los ritos
africanistas, por tanto resulta alarmante la situación de inseguridad que se
genera. obsérvese también, el clima tenso y de inseguridad que sufrimos hoy día
los fieles de la religión umbanda, justo en medio de una celebración de las más
conspicuas para nuestra comunidad espiritual, para la cual según el art. 5º de
la constitución deberíamos tener entera libertad y paz en el libre ejercicio del
derecho de culto, tal como lo garantiza nuestro sistema legal. el odio religioso
no tiene precedentes en el uruguay, ojalá tampoco tenga consecuencias
irreparables.
ATABAQUE - Federación IFA del Uruguay
Respuesta policial
El mismo lunes 16 de enero, y en comunicación telefónica con la Mãe Susana Andrade, el Oficial Do Santos de la Comisaría 5º; Seccional que tiene a su cargo la zona del monumento emplazado en Plazoleta Jackson frente a playa Ramírez para el que se solicitó vigilancia especial; elevó el pedido al Subcomisario Medina de Secc. 2º a cargo de la antedicha repartición por encontrarse de licencia el Subc. Luis Ducret de la quinta, informando Do Santos a Andrade lo siguiente: Desde ese mismo lunes 16/1º/06 los patrulleros de las mañanas pararán cinco minutos frente a la estatua en cada una de sus recorridas, en la tarde y hasta terminar turno, las patrullas ciclistas que actúan en las playas achicarán el radio para acentuar el cuidado y a la noche, un policía quedará en la zona expresamente vigilando el monumento, sumado a las pasadas de los móviles que son las 24 hs. Esto hasta el dos de febrero inclusive. Agradecemos el cuidado puesto en el cumplimiento del deber y rogamos fervientemente que haya paz.
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Que Yemanjá sea mencionada en la Junta Departamental de Montevideo
Junta Departamental de Montevideo
Presidente de la Comisión de Cultura
Edil Gabriel Weiss
Dada la convocatoria masiva de
público que ha adquirido, mantiene y acrecienta año a año el festejo de origen
afroumbandista que ha devenido en celebración popular, acercando cada vez más a
viajeros de todo el mundo expresamente llegados para ver y registrar el
multitudinario evento, siendo la fiesta del mar objeto de filmes, notas de
prensa destacadas, obras musicales, literarias, y diversas expresiones
culturales, habiendo adquirido carácter de festejo tradicional uruguayo dentro
del calendario local, solicitamos que, más allá del significado espiritual que
Yemanjá Orixá africano tiene para la comunidad afroreligiosa, sea mencionada la
fecha dos de febrero y su trascendencia social dentro del colectivo uruguayo, en
la primera próxima sesión que celebre la Junta Departamental capitalina.
Se encuentran en trámite los pedidos de Declaración de Día de Interés en la IMM,
Ministerio de Turismo y Min. De Cultura, como se ha pedido y logrado en otras
oportunidades, ya que nos pareció oportuno que el nuevo gobierno diera señales
de interés, por un evento que concita la atención de un sector importante de
ciudadanos de nuestro país, además de funcionar como polo de atracción
turística.
Otro aspecto no tan grato relacionado a la próxima celebración, refiere a que
está siendo vigilada especialmente la estatua de Yemanjá por efectivos a cargo
de la seccional 5º, como otros años y desde que fuera ultrajada por obra de
intolerantes. El monumento emplazado en Plazoleta Jackson frente a playa
Ramírez, fue objeto de agresiones y pintadas ofensivas hace dos años, así como
los frentes de varios comercios de artículos de Umbanda en la calle Fernández
Crespo. Estos hechos lamentables, sin precedentes en el Uruguay pluricultural
que conocemos, coinciden tristemente con la prédica de odio religioso contra los
cultos de origen afroameridio que pregonan diariamente por medios masivos de
comunicación, los responsables de la llamada Iglesia Universal de los conocidos
como Pare de sufrir.
Creemos que es urgente la toma de conciencia de una situación que lesiona una
cualidad inherente a la sensibilidad de los seres humanos como es el derecho a
creer, el cual la realidad hoy dice que está siendo negado para los
afroumbandistas, agredidos que somos permanentemente por la propaganda
discriminadora e intolerante de los pseudopastores televisivos, a vista y
paciencia de una sociedad que permanece indiferente ante el dolor del “otro”.
Por eso es tan importante que aunque sea mencionen que Umbanda, a pesar de todo,
existe en el Uruguay. Creemos también que las autoridades de gobierno son los
únicos que pueden de alguna manera, tomar a su cargo la tarea de hacer que las
libertades, los derechos y las obligaciones, funcionen para todos los
integrantes del conglomerado social por igual, sin exclusiones de ninguna
índole. Gracias y quedamos a vuestras gratas ordenes.
Julio Kronberg - Susana
Andrade
Agrupación ATABAQUE - Federación IFÁ del Uruguay
www.atabaque.com.uy